¿Cómo estáis?

Hoy me gustaría escribiros sobre el tema de la flexibilidad, que está relacionado con el tema de la incertidumbre.

Hoy en día hay bastante incertidumbre, en parte por la evolución de la tecnología, en parte por la inestabilidad política, en parte la evolución de la sociedad (por ejemplo siendo más fácil separarse, habiendo más madres solteras) .. por no hablar de la actual pandemia 😏

Cuando hice mi primera formación de coach a finales del 2008, me inculcaron unos conceptos básicos, me hablaron de un modelo de coaching que ahora quiero compartir con vosotr@s.

El coaching es una conversación o unas intervenciones (es decir, puede ser parte de una conversación) en la que el coach dirige la atención del cliente con preguntas o dando feedback que permiten al cliente ganar claridad de lo que quiere, determinación para conseguirlo, o simplemente conciencia de lo que funciona o lo que no funciona.

Este tipo de conversación tiene una estructura (que dirige el coach), pero el contenido viene determinado exclusivamente por lo que interesa o preocupa al cliente y de lo que quiere hablar. Es necesaria una confianza y una apertura, para que el cliente no se sienta violentado en la conversación.

Dado todo esto, la relación de coaching se basa en tres pilares: objetivos, flexibilidad y feedback.

La conversación tiene un propósito. El cliente tiene unos objetivos que quiere conseguir. Se expresarán de manera clara y deben tener un límite temporal, deben depender de nuestras acciones y debemos estar completamente alineados con las consecuencias.

La manera de conseguir los objetivos se puede discutir. Según nuestras preferencias de aprendizaje, nuestras prioridades, nuestro estilo personal (de conversación, negociación, gestión del tiempo etc) probaremos ciertas estrategias mentales, técnicas y ejercicios. Nos conoceremos mejor, adquiriremos nuevas herramientas para gestionar nuestras emociones, ganaremos claridad en nuestros objetivos y precisión en nuestras acciones.

El aprendizaje es la tercera pieza. El feedback es la herramienta de este aprendizaje. Cuando hacemos ‘x’, ¿Qué pasa? ¿Cómo reaccionan los demás? ¿Qué resultados conseguimos?

Y estos tres pilares crean una dinámica cíclica y fluida. Cuando revisamos los resultados, hacemos más de lo que funciona y menos de lo que no (si somos conscientes y aún queremos obtener los mismos resultados). Cuando vamos consiguiendo resultados, a veces ganamos perspectiva sobre la situación y cambiamos de opinión o nos proponemos otros objetivos. Cuando no funciona, probamos otra cosa.

¿Qué tiene que ver todo esto con la incertidumbre?

Pues que la incertidumbre en combate con investigación, desarrollo y, sobre todo, con flexibilidad.

Minimiza la incertidumbre, gana flexibidad

1. ¿Te sientes atrapad@? genera opciones

Cuando estás ante una situación en la que parece que la única alternativa es hacer una cosa o nada, intenta generar más alternativas, a ver si encuentras una que te guste más.

Haz una lluvia de ideas, pide recomendaciones o averigua qué han hecho otr@s en una situación similar. A menudo es interesante hacer las tres cosas.

2. ¿Demasiadas opciones? Decide un criterio para filtrar

Hay muchas maneras de elegir, lo que “es lógico”, lo que “parece” una buena opción (utilizando nuestra intuición).

Siempre es interesante preguntarse:

  • ¿Qué pasaría si hago esto?
  • ¿Qué pasaría si no hago aquello?
  • ¿Qué no pasaría si hago esto?
  • ¿Qué no pasaría si no hago aquello?

La idea es intentar descubrir nuestros “blind spots”, lo que no vemos de nosotros mismos y ganar claridad en nuestras opciones, nuestras preferencias.

3. Ten en cuenta la calidad de vida

Cuando tomes decisiones, intenta mejorar tu calidad de vida o la de los que te rodean.

Es tentador buscar la gratificación inmediata, o algún tipo de beneficio a corto plazo… pero algunas de estas opciones pueden afectar tu vida a largo plazo, y en consecuencia no ser sostenibles.

4. Ten claras tus prioridades

¿Cuántas veces has hecho algo que te la han pedido por obligación? O has querido complacer a alguien, o quedar bien.

Cuando te obligas a hacer cosas, es posible que te acabes arrepintiendo. ¿Qué tal si te tomas un poco de tiempo para asegurarte que las quieres hacer, que son la mejor opción?

5. Ves a por todas

Intentos sin ganas ni convicción a menudo producen resultados pobres. Por otra parte, cuando lo das todo, siempre sales ganando. Porque consigues lo que te habías propuesto o que creces con la experiencia. Desde mi punto de vista ambos resultados son beneficiosos!

Imagina la diferencia que supondría probar estas sugerencias, en caso de incertidumbre, y como ganarías en confianza a la hora de ir adelante.

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