Hola a tod@s,
Uno de mis contactos comentaba ayer el modelo Cynefin y me recordó este gran taller al que asistí y documenté para líderes que quieran fomentar la co-creación y los ciclos de aprendizaje.
Me gustaría que aceptaras la complejidad, no que huyeras de ella. Déjame decirte por qué te permitirá crecer.
La complejidad se puede medir con la cantidad de piezas en un sistema, uno de mis profesores de coaching usó la comparación de un rompecabezas, donde la complejidad crece con la cantidad de piezas en él. “Cuantas más partes haya que tratar, más pequeña será cada parte y requerirá más paciencia y esfuerzo completarla“.
Los desafíos cotidianos pueden ser como rompecabezas
A medida que avanzamos en nuestra vida cotidiana, nos encontramos con una amplia variedad de desafíos. Algunos de ellos muy simples, requieren poco pensamiento o inversión de energía para superarlos. Otros requieren algo de energía y concentración. Otros son tan complejos que resultan abrumadores.
La complejidad se puede superar aprendiendo
La complejidad es lógica, “podemos seguir un proceso para comprender el contexto, descubrir lo que necesitamos saber“.
Con paciencia y técnica, con repetición y tiempo, se va aprendiendo y logramos asimilar todas las cosas que debemos tener en cuenta. Necesitamos crear tiempo para reflexionar y dar a conocer las incógnitas de nuestra vida.
Tómate el tiempo para lidiar con la complejidad
#1 Determinación
Cuando a algo lo llamamos ‘reto’, ya sea físico, intelectual o laboral, es porque requiere un esfuerzo sostenido.
Dado que puedes retirarte en cualquier momento, sólo hay dos resultados posibles: ¿vas a superar el desafío o el desafío te vencerá a ti? Aquí es donde entra en juego la “trinidad” de objetivos-flexibilidad-feedback en mi modelo de coaching.
Si la meta te importa, profundiza y ejerce tu determinación para seguir adelante, sin importar el tiempo que tome. Perseverar te permitirá vencer la complejidad, ver cómo las cosas se complican y eventualmente volverán a parecer simples.
#2 Comprensión
Tómate el tiempo para darle sentido a las cosas. Ejecuta pruebas, prueba, descubre los patrones y prácticas emergentes que te permitirán comprender lo que importa, por qué importa, las relaciones causales entre eventos.
Las mejores maneras de hacer las cosas se harán evidentes.
#3 Coraje
No podemos encender ni controlar lo que no sabemos. En el trabajo o en nuestra vida personal, lo que no sabemos nos pone en desventaja, incluso podemos sentir miedo y responder de manera reactiva.
Respira hondo y encuentra una manera de dividir las tareas para que puedas superar tu desafío, un paso tras otro, hasta que el progreso que hagas hable por sí mismo y alivie tus miedos.
¿Dónde quieres estar?
No abordar la complejidad o renunciar a un desafío una vez que haya comenzado, incluso si es tentador, no te llevará a donde quieres estar.
Conéctate con tu deseo de triunfar, disfruta del aprendizaje y el crecimiento que viene con la superación de desafíos y abre tu camino hacia la simplicidad del otro lado (tras haber resuelto la complejidad).